A raíz de la crisis de 2008, la Unión Europea reconoce la dificultad específica para la juventud: parados/as de larga duración, exclusión social y pobreza, alto riesgo de marginación socio-económica, etc. hacen que sea necesario tomar medidas para ayudar a uno de los colectivos más vulnerables de nuestra sociedad. El trabajo con jóvenes con menos oportunidades se convirtió entonces en uno de los pilares de la Unión en el ámbito de la Juventud. Para ello, es necesario estructurar una serie de medidas y una filosofía general de acercamiento al tema que queda plasmado en la Estrategia de Inclusión, vinculada con el Programa la Juventud en Acción y desarrollado con Erasmus+ y el Cuerpo Europeo de Solidaridad con la Estrategia de Inclusión y Diversidad. Con ambas Estrategias, se empezaron a implementar de manera consciente y constante diferentes
medidas que fomentaban la participación de personas con menos oportunidades en los programas de movilidad. Se trata de medidas reales, concretas y de fácil implementación a través de las que se puede hacer una inclusión efectiva y garantizar el aumento de las oportunidades para las personas jóvenes. A través de nuestra charla, nos gustaría indagar más en los perfiles y las posibilidades que están al alcance de entidades y colectivos para ayudar a nuestros/as jóvenes a ser más participativos, ejercer sus derechos como ciudadanos/as, acceder a opciones de educación no formal que apoyen su desarrollo personal y profesional, tener experiencias previas a la entrada al mercado laboral a través de un voluntariado que cubra todas sus necesidades o que puedan volcar sus intereses de cambio social en proyectos locales.
Es conocida la correlación positiva entre los procesos de exclusión social y la aparición de problemáticas de salud mental: los problemas de salud mental son mayores en los hogares que se encuentran en situaciones más intensas de exclusión (Lorenzo, 2014). Esta situación se ha intensificado en los últimos meses, con la vivencia de la pandemia y sus diferentes restricciones sobre la libertad individual. Aunque el impacto sobre la salud mental ha sido generalizado al total de la población, parece que han sido los/as niños, adolescentes y jóvenes, quienes han experimentado.El objetivo del presente trabajo es describir y analizar los factores que suponen un riesgo para la aparición de trastornos o disfunciones de salud mental dentro de los hogares con menores a cargo y, concretamente, para la propia población infanto-juvenil. La hipótesis principal diseñada plantea que elementos como la ausencia de relaciones de apoyo entre iguales; presencia de dificultades relacionales en el marco de la unidad familiar; y la ausencia de rutinas asociadas a las dinámicas formativas o laborales presenciales, son elementos de riesgo que multiplican la aparición de enfermedades de salud mental.
El análisis se ha llevado a cabo a partir de los datos de la EINS Foessa 2021. La unidad de análisis de este informe son los hogares españoles y recoge datos procedentes de 7.013 hogares, compuestos por 18.264 personas. La encuesta de recogida de datos se realizó mediante una entrevista personal a través de un cuestionario estructurado y precodificado en el 99% de las variables. El procedimiento de selección de los hogares fue bietápico, con una primera selección de secciones censales y una segunda selección mediante rutas aleatorias. La encuesta de recogida de datos estaba formada por dos cuestionarios, uno de filtro y uno principal. El análisis de estos datos se realizó con el programa estadístico SPSS.
Los resultados evidencian la necesidad de plantear políticas y programas de intervención psicosocial que acompañen a los menores de una forma holística, apoyando el cuidado y desarrollo de la salud mental desde los propios hogares, a través de estrategias relacionales saludables y nutritivas.
Verónica Concha González, Hospital Universitario Central de Asturias
Consecuencias de la violencia de género contra las madres en el desarrollo psicológico en la primera infancia – Verónica Concha González (Hospital Universitario Central de Asturias), María Dolores Méndez Méndez (Hospital Universitario Central de Asturias), María Yolanda Fontanil Gómez (Universidad de Oviedo), María Ángeles Alcedo Rodríguez (Universidad de Oviedo). veronica.concha@sespa.es
Son muchas las investigaciones que han puesto el foco sobre las consecuencias de la violencia de género (VG) para las mujeres que la sufren (Colque et al., 2020; Echeburúa y Corral., 2005; Ortiz-Tallo., 2013). Sin embargo, no ha sido hasta los últimos años cuando se ha empezado a visibilizar los efectos de este tipo de violencia sobre los menores (McIntosh et al., 2019.; Miranda et al., 2021). La forma en que los niños responden ante una situación traumática, como es la VG, dependerá de su edad, el tiempo de exposición y la presencia de cuidadores competentes, entre otros factores. El objetivo de esta comunicación es analizar las secuelas de los menores que sufren VG durante la etapa gestacional y postnatal. Según un estudio realizado por la OMS (2011) la prevalencia de la violencia en la pareja (VP) durante la gestación oscila entre un 4 a 9%. Sufrir VP durante el embarazo predispone a mayor probabilidad de mortalidad perinatal, bajo peso al nacer, mayor número de ingresos en unidad neonatal y abandono de la lactancia, entre otros muchos riesgos (Casilda, 2015). Los niveles de estrés crónico en la madre gestante dan lugar a una serie de consecuencias a nivel cerebral, fisiológico y comportamental que repercuten directamente en el bebé (Bosque, 2011). El impacto de la violencia sobre la for-
mación de las estructuras cerebrales en este período puede determinar respuestas futuras al estrés (Aguilar, 2015). La exposición a la violencia se asocia a un mayor riesgo de desarrollar un apego inseguro o desorganizado (Soria, 2011). Durante el embarazo la madre empieza a hacerse una representación mental de su hijo y de su papel como madre que influirá en cómo desarrolla sus conductas de maternaje. Durante los primeros meses de vida, también el bebé comienza a representarse su relación con el cuidador principal esperando que este le provea de seguridad emocional (Bowlby, 1982). Este modelo inicial de apego funcionará como marco de referencia de las relaciones futuras. A pesar de las múltiples consecuencias que sufren los menores expuestos a VG, el porcentaje de medidas destinadas a su protección y seguridad es escasa. Dado el impacto global que provoca esta violencia en la vida de los niños resulta necesaria una mayor atención y protección si queremos reparar el daño. Así mismo, es importante poner el foco de atención sobre el vínculo maternofilial, central en la recuperación de ambos.
Eva María Tirado Cardet, Fundación Mar de Niebla
Programa de Acompañamiento Juvenil «La Ofi», un espacio de trans+formación – Eva María Tirado Cardet (Mar de niebla), Beatriz Aijón Jiménez (Mar de niebla), Minerva Sánchez Alcalá (Mar de niebla), Héctor Colunga Cabaleiro (Mar de niebla) inclusion@mardeniebla.es
El Programa de Acompañamiento Juvenil “La Ofi” es una propuesta de inserción sociolaboral dirigida a jóvenes que quieren iniciar experiencias o itinerarios de formación y reincorporación educativa. Un programa que ha desarrollado más de 14 experiencia de Aprendizaje Servicio en los marcos de la inserción sociolaboral, combinando competencias profesionales y básicas a través de la realización de proyectos dirigidos a la comunidad. Un programa que ha ido diversificando sus fuentes de financiación para poder vertebrar procesos de acompañamiento continuados durante todo el año y que abriera dis-
tintas vías de acceso que se adaptan al momento y necesidad de cada joven participante. Espacios ocupaciones, proyectos del programa Joven Ocúpate, espacio de preparación de pruebas de acceso y ESO, tutorías y talleres grupales orientados a la inserción laboral, Aprendizajes Servicio, oportunidades de un primer empleo… Una iniciativa que se adapta a las realidades de los y las jóvenes para garantizar un proceso pleno de acompañamiento.
La comunicación pretende dar a conocer el proyecto Escuelas Digitales Resilientes, llevado a cabo por Ayuda en Acción. El objetivo del proyecto es favorecer la resiliencia y acompañar a centros educativos públicos en su proceso de transformación digital, de manera que puedan afrontar la crisis provocada por la Covid-19 y reducir la brecha digital de su alumnado. Se basa en tres componentes: la dotación de dispositivos Chromebooks a todo el alumnado de 5º y 6º de primaria, de manera que puedan trabajar tanto en el aula, como en sus casas: la capacitación del profesorado, un elemento fundamental para garantizar el buen uso de los dispositivos y su gestión; y la generación de planes de transformación digital, que les sirva de guía a medio y largo plazo, a la vez que generamos un modelo de intervención que pueda ser replicable en centros de características y contextos similares. Un eje transversal de todo el proyecto es el trabajo con la administración pública, de manera que, en todo momento, vamos de la mano de las dife –
rentes consejerías de educación, con el objetivo de sumar recursos y acompañar con nuestra intervención a sus políticas públicas, allá donde no pueden llegar por falta de recursos. Los 13 centros educativos participantes en el proyecto comparten la característica de ser de carácter público y de encontrarse ubicados en zonas o barrios en los que la población tiene un nivel socio económico bajo o muy bajo, con unas altas tasas de desempleo, agravadas, además, durante esta crisis. Están ubicados en Zaragoza, Palma de Mallorca, Cáceres, Badajoz, Sevilla y Málaga. Son centros que deben hacer frente a la desigualdad que, desgraciadamente, existe en nuestro sistema educativo y que trabajan día a día por garantizar el acceso a una educación inclusiva y de calidad, a pesar de las dificultades a las que se enfrentan, de contar con menos recursos y de trabajar con infancia y familias, en muchos casos, en situación de riesgo de exclusión social.